Entrevista en La Vanguardia. Conseguir Objetivos

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El domingo se publicó en La Vanguardia la entrevista que me realizaron antes de Navidad sobre los propósitos para el nuevo año, sobre nuestra forma de conseguir objetivos en el año entrante. Como en el documento impreso no se veía del todo bien, transcribo en este post su contenido:

Con el inicio de año, a todo el mundo le gusta marcarse buenos propósitos, aun sabiendo que los del año anterior siguen en muchos casos sin cumplirse. ¿Por qué? ¿Tener objetivos marcados nos ayuda a afrontar el año?

Es fundamental si queremos conseguir algo definirlo previamente y que forme parte de nuestro plan. Dice un aforismo “No hay viento favorable para aquel que no sabe hacia dónde va”. Debemos saber hacia dónde queremos ir, marcarnos propósitos y objetivos para el próximo año. Yo lo hago al final de cada año, evalúo mis objetivos conseguidos en el año anterior y me marco nuevos propósitos para el año entrante. Además tengo la suerte de que mi mujer también lo hace, es algo que compartimos siempre al final de cada año.

¿Qué factores hay que tener en cuenta a la hora de definir esos objetivos profesionales / buenos propósitos laborales para el nuevo año?

En primer lugar que sean objetivos y no intenciones. Que no sean un “quiero…”, “me gustaría…” sino que sean algo cuantificable, medible, específico y que además nos motive. Decía el Maestro Yoda a Luke Skywalker en la Guerra de las Galaxias “Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes”. Esta frase resume claramente la diferencia entre una intención y un propósito o un objetivo bien definido. Los objetivos son para conseguirlos “Antes de verano me voy a matricular en un Máster en…” “Este año mejoraré mis ventas en un 20%…”

¿En qué consiste el “autosabotaje” que da título al libro?

Lo hacemos todos los días, dejamos para más adelante lo que nos gustaría hacer hoy. Ponemos excusas, buscamos justificaciones y todo tipo de argumentos para no estar haciendo lo que realmente es importante para nosotros. A veces pensamos que es el mundo, lo que está fuera de nosotros, lo que nos impide conseguir nuestros objetivos, pero en realidad somos nosotros mismos.

Como es una verdad que no podemos llegar a aceptar fácilmente, tratamos de echar la culpa a otros de que no podemos hacer algo. En realidad es autosabotaje, te lo haces tú a ti mismo/a.

¿En qué formas suele presentarse?

La forma más común es la excusa, los “es que…”. Te darás cuenta porque muchas personas te cuentan sus objetivos y metas pero en seguida agachan la cabeza y ponen cualquier excusa para justificar que en realidad no los van a conseguir: “A lo mejor el año que viene”, “Cuando tienes hijos es muy difícil…” y un largo etcétera de justificaciones fabricadas por nosotros mismos sin darnos cuenta.

También hay muchas personas que en realidad no se proponen conseguir objetivos porque no creen lo suficiente en ellos mismos. Aquí el autosabotaje aparece bajo la creencia de que “no somos lo suficientemente buenos”, de que “no podremos”, de que “no merecemos”…

¿Podrías citar ejemplos de “autosabotaje” en el ámbito profesional?

Cada día cuando nos ponemos a trabajar, empezamos por las cosas que menos trabajo nos cuesta hacer, mirar el email, responderlo, y otras tareas secundarias. Esto es autosabotaje en su máxima expresión, ya que estamos posponiendo lo realmente importante que tenemos que hacer ese día. Sólo que al ser algo que nos incomoda hacer por su complejidad o dificultad, lo vamos dejando para más tarde. Al final el día acaba y no hemos hecho lo más importante y te vas a casa diciendo “Todo el día trabajando, pero ¿Qué he hecho yo hoy?”. También ocurre que por no hacer lo importante cuando toca, nos quedamos hasta tarde para acabarlo. Es el síndrome de “estudiar el último día antes del examen”. Creíamos que lo teníamos superado, pero en el trabajo nos ocurre a menudo.

Con la formación solemos cometer autosabotaje, recuerdo un compañero que siempre había querido hacer un MBA y ningún año parecía el apropiado. Solemos posponer nuestra formación para momentos en los que “teóricamente” vamos a tener más tiempo. Nunca llegan esos momentos, en realidad es una excusa más de las empresas y profesionales para no avanzar.

La procastinación es muy habitual a la hora de cumplir los “buenos propósitos” del año. ¿Cómo se puede combatir?

Claro, y para ello, hay que conocer como funciona. Se calcula que en una jornada laboral media de 8 horas, dos horas son muy improductivas, procrastinamos, no nos ponemos con lo realmente importante. Imagina lo que significan 2 horas diarias de todos los empleados de un país para su PIB.

Para combatir a la procrastinación hay que estar motivado por lo que se quiere conseguir y hay que evitar las tentaciones e interrupciones, el email, el whatsapp y las redes sociales son grandes tentaciones que utilizamos para no hacer lo importante.

Además, hay que creer cada vez más en nosotros mismos, empezar a pensar que es posible, construir una pequeña espiral de éxitos que nos haga sentirnos más capaces cada día. Entonces será más difícil que dejemos algo para luego.  Por último se recomienda que los premios o recompensas de nuestros esfuerzos estén cerca.

El típico ejemplo de una red comercial en la que se pagan las comisiones a final de año es un aliciente a la procrastinación. Si la recompensa está el 31 de Diciembre no me esfuerzo desde el 1 de Enero por conseguirla. Hay que acercar las recompensas para que las veamos muy próximas a nosotros, al alcance de la mano.

creencias limitantes

¿Cómo nos puede influir –positiva o negativamente- nuestro entorno a la hora de cumplir nuestros buenos propósitos?

El entorno es un gran condicionador de la conducta de las personas, un entorno con muchas interrupciones, bien por compañeros, ruido, conversaciones, o por avisos automáticos de email o del móvil harán que nuestra concentración decaiga y nuestro foco de atención se pierda. Pero tampoco hay que culpar al entorno de nuestra falta de productividad, porque somos nosotros los últimos responsables.

En mi trabajo por ganar eficiencia, por un lado ayudo a las empresas a diseñar espacios de trabajo en los que las personas puedan concentrarse al máximo, por otro lado enseño técnicas y herramientas para la gestión de la productividad, para ser altamente eficientes cada año cumpliendo nuestros propósitos.

Tenemos que decir que en este aspecto el exceso de estrés no ayuda demasiado. Exceso de estrés significa improductividad e insatisfacción laboral, por lo que tendremos que tener siempre el punto óptimo de estrés con el que somos más productivos. Aquí muchas empresas tienen una tarea pendiente.

En el libro habla de la necesidad de “empezar a creer que es posible”. Cuando hablamos del ámbito laboral nos encontramos muchos profesionales parados de larga duración que llevan muchos meses, o incluso años, buscando empleo y que han perdido toda la esperanza. ¿Cómo pueden volver a creer en sí mismos?

Hay que tener un plan y ceñirse a él, olvidando casi estamos desempleados y considerando que “nuestro próximo trabajo es encontrar trabajo”. A veces dejamos de confiar en nosotros mismos y desde ese lugar nada es posible, además de que en una entrevista de trabajo no transmitiremos ninguna convicción ni seguridad.

Recomiendo que cualquier persona en desempleo se haga un pequeño plan con el objetivo de encontrar su siguiente posición laboral. Debemos ser muy rigurosos con el cumplimiento del plan, y con el horario de trabajo (el que vamos a dedicar a encontrar trabajo). Ocurre a menudo que nos descuidamos, empezamos a levantarnos muy tarde y a hacer otras cosas que nos relajan demasiado. Desde ese lugar es muy difícil poder tener la energía para estar de nuevo dentro de la rueda, nuestra energía no debe decaer demasiado.

En el libro recomienda crear un “plan de acción”. ¿Cuál podría ser, por ejemplo, el plan de acción de una persona cuyo objetivo es encontrar empleo en 2014?

Primero: Debe de tener un objetivo claro. Por ejemplo: Durante 2014 encontrar un empleo relacionado con mis estudios en Barcelona.

Segundo: Debe tener unas normas. Me dedicaré a la búsqueda de este empleo de 9 a 14 horas cada día laborable hasta que encuentre empleo. Excepto en vacaciones.

Tercero: Debe tener actividades concretas.

-Cada semana me tomaré un café con dos amigos, conocidos o antiguos clientes, proveedores para tantear posibles oportunidades laborales que ellos puedan conocer.

-Cada día buscaré empleo en los principales portales de internet.

-Abriré una cuenta en Linkedin y en Twitter crearé una lista con las noticias sobre empleo de las principales consultoras de RRHH y selección de personal.

-Cómo se deben afrontar los pequeños fracasos (por ejemplo, el “no” en una entrevista de empleo) al perseguir los objetivos?

El fracaso es un paso más hacia el éxito. Al final los que nunca tiran la toalla son los que ganan. Si corremos una maratón, es muy fácil venirnos abajo en el kilómetro 30,31,32… pero sólo si aguantamos llegaremos al Km42. Cualquier empresa se enfrenta a esto para vender sus productos, cualquier emprendedor también lo hace. El “no” es una parte más de nuestra vida, o lo asumimos como algo normal o nos veremos vencidos cada vez que nos ocurra.

Una persona en desempleo es una persona que persigue un objetivo y tiene que saber que va a encontrar muchos “no” y sólo un “sí”. A cualquier persona le recomiendo que se centre en sembrar y no tanto en recoger. Siembra, siembra, siembra… «El que siembra, en algún momento no tiene más remedio que recoger».

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2 comentarios en “Entrevista en La Vanguardia. Conseguir Objetivos”
  1. Hola Cesar, aquí puedes ver un vídeo que tiene relación con el tema y nos explica por qué no cumplimos los propósitos que nos planteamos.
    Nos confirma algo que yo te he oido decir en innumerables ocasiones. 1) Escoge solo uno de tus propósitos, el más importante, y concéntrate en él.
    2) No asumas tu propósito de manera global sino que divídelo en pequeños retos diarios. http://www.youtube.com/watch?v=j055Xm1Trms

    1. Hola Juan! Gracias por tus comentarios y por el video que nos muestras. Me ha parecido genial, más vale empezar poco a poco con esto de los objetivos que ser muy ambiciosos. Gracias por esta aportación.
      Un fuerte abrazo Juan, espero verte pornto

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