Buenos días! Hoy te traigo a una de esas personas que merece la pena conocer, ese tipo de personas que sobresalen y que además lo hacen con humildad, sabiduría y con un gran sentido de lo que hacen. En esta entrevista a Ramón Recuero podrás descubrir cómo una persona se puede reinventar gracias a internet de los pies a la cabeza, sin dejar de hacer lo que hacía.
Ramón Recuero es una de esas personas movidas por una pasión, la pasión por la forja. Vive en un pueblo abandonado que ahora empieza a tener «vidilla», un pueblo al que va llegando la gente gracias a la Escuela de Herrería. La primera vez que lo vi fue por televisión, hablaban de su caso particular, de cómo gracias a Youtube ha conseguido algo que parecía imposible. Conocí su historia y supe que tenía que entrevistarle.
Entrevista a Ramón Recuero. El Herrero youtuber
Ramón, te dedicas a un oficio que muchos dirían que está desapareciendo, pero tú sin embargo le das difusión y haces que otras personas también se contagien del mismo ¿Qué es lo que te mueve?
La afición por la forja y la inquietud por recuperarla. Soy natural de Calzada de Calatrava (Ciudad Real) y cuando tenía 12 años, de regreso del colegio a casa pasaba por delante de la Escuela de Artes y Oficios.
Me quedaba mirando por la ventana hasta que, un día, el Maestro Efraín me invitó a entrar. Así empecé a frecuentar la Escuela y a aprender todos los secretos del hierro de la mano del maestro.
Eran los años 70. Por aquella época, la forja tradicional ya casi no se utilizaba… Recuerdo unas palabras que me dijo el maestro Efraín:
«Esto (la forja) que ahora parece no servir para nada, no me creo que vaya a desaparecer. Si ha servido a la humanidad desde la edad del hierro, algún día volverá a ser útil».
Ahora esto ha cobrado sentido para mi gracias a la Escuela de Herrería.
Pero desde aquellos años hasta ahora, hay toda una trayectoria…
Efectivamente. En 1987 reinicio mis estudios en la escuela de Artes de de Ciudad Real y un año después me traslado a la escuela de Artes de Toledo para continuar con la especialidad de Forja. Me doy cuenta de que es lo que me gusta y cuando te dedicas a lo que te gusta, incluso cuando las cosas van mal, es más llevadero. Así que con 26 años abro mi propio taller. Empiezan a llegarme encargos que me van permitiendo vivir de mi «hobby». Un verdadero lujo para mi. Poco a poco voy recibiendo más encargos y contrato gente para el taller.
¿Qué es lo que el oficio del herrero tiene que enseñar a la sociedad actual?
Posiblemente a los chavales les enseña que todo no es virtual, que las cosas se pueden hacer tangibles. Cuando vienen chavales a la fragua y van viendo la pieza, ven que no está en el ordenador, que es real. Hoy en día están demasiado enganchados al ordenador. Conste que a mi también me gustan los juegos de ordenador pero los jóvenes, los veo demasiado enganchados.
Detrás de tu oficio hay una gran cantidad de concentración y de vivir el momento presente. Hoy en día las empresas invierten mucho en que sus empleados reciban cursos de atención plena y estar centrados en lo que hacen ¿no sería más eficaz si en lugar de todo esto les enviáramos una semana contigo? Cuando uno se puede golpear un dedo o quemar una mano, creo que su atención al momento presente es total.
¡No sabía eso de las empresas! En la fragua, hubo un momento que cuando empezó a venir gente para los cursos, los más jóvenes ponían música. Yo les dije que no, que debían estar concentrados para evitar accidentes. He llegado a dar clases a chavales de 6 y 7 años. La fragua tiene su peligro. Cuando a un chaval lo pones delante de la fragua y le dices «Esto es fuego y esto es hierro a 800 grados», te aseguro que pone toda su atención y en toda la tarde no se distrae.
Con los mayores también he visto los beneficios de la concentración. En realidad, entras en otro mundo.
Sin duda que te recomendaré a algunos de mis clientes estresados, una semana contigo y vuelven más relajados seguro. Eres uno de los referentes en España por tener un canal de Youtube con más de 35.000 suscriptores, has salido en TV y en muchos periódicos ¿Cómo lo has hecho posible?, ¿era tu intención?
No, en absoluto. Yo tuve el taller hasta que llegó la crisis.
De pronto, me vi cada vez con menos pedidos hasta el punto de tener que despedir a los compañeros. Recuerdo el día en que se tuvo que ir el último compañero de trabajo y la chica que estaba en la oficina porque no había clientes. Fue muy doloroso.
Al día siguiente, llegué a la fragua y me di cuenta de que no tenía nada que hacer, que ya no había encargos por realizar. Estaba desmoralizado y entonces se me ocurrió comprar una cámara y un trípode.
Quería dejar grabada una explicación de cómo se hace una fragua, a modo de legado, para dejarlo en Internet.
La gracia es que, al poco tiempo, empezó la gente a preguntar. Así que me vi en la tesitura de hacer otro vídeo. Y la gente respondía, se interesaba. No puedo leer todos los comentarios pero una vez leí un mensaje de agradecimiento. En ese momento, me acordé de las palabras del maestro Efraín y pensé: «Esto sí que sirve a la gente». Al mismo tiempo, fui consciente de estar haciendo una labor y de tener que esforzarme por dar lo mejor.
Luego me llamó una persona para que le diera lecciones en su casa. Le dije que no daba clases a domicilio. Luego llamó otra persona y otra más. Al final, les propuse que vinieran. Puse precio a las clases basándome en los precios de cuando hacía encargos. Poco a poco entendí que por poner vídeos gratis volvía a entrar un sueldo a través de las clases. Así se generó este trabajo. Opino que cuando haces algo bueno por la sociedad, la sociedad te lo devuelve.
A los jóvenes les digo siempre que con esto no se puede uno ganar la vida pero que sean útiles para la tribu. Sólo así la tribu les dará un lugar, un futuro.
Supongo que esto te habrá cambiado un poco la vida ¿qué ha supuesto el mundo digital para ti?
En realidad, no me siento ajeno al mundo digital porque ya cuando estaba en FP manejábamos ordenadores. Eran esos Hatari que nada tienen que ver con los ordenadores de hoy en día, pero siempre he tenido un ordenador en casa. Y también una web. Por eso, entrar en Youtube no ha sido complicado. Siempre he tenido claro que los clientes llegan a través de Internet.
Ah ¡Me gustaría que te escucharan muchos Ramón!
¿Cómo te organizas para grabar, editar y hacer posible un canal con tantos videos?
Pues yo sólo. Pongo el trípode y hago las tomas. Luego me voy a editar porque no consigo que alguien lo explique por mi. Edito con un programa muy sencillo. Pero soy exigente con el contenido. Si veo que me faltan detalles, vuelvo y grabo las tomas que necesito. Lógicamente, he de grabar cuando no hay clases. Así que cuando estamos dando cursos, hago menos vídeos.
A veces, cuando los demás paran a comer es cuando yo aprovecho para ir a grabar. Pero no tengo nada planificado.
¿Cuáles son tus metas u objetivos para seguir con la difusión de tu trabajo en internet?
Desde que decidí dedicarme a la herrería, a mi hobby, mi premisa ha sido que se autofinancie. Me gusta que atraiga a la gente, que me permita vivir pero no aspiro a más. Es un hobby. No me planteo forzar la máquina ni sacar dinero. Cuando tenía el taller, mi prioridad era sacar al menos el sueldo de los empleados y si era posible, el mío. Ahora, con la Escuela me pasa lo mismo. Siempre pienso en que al menos saquemos el sueldo de los empleados.
Si alguien como tú que se dedica a un oficio tan ancestral como éste ha conseguido tanto éxito a través de las redes sociales e internet ¿Cómo te explicas que muchas empresas incluso referentes no estén actualizadas en este campo? ¿Qué pueden aprender las empresas de tu experiencia en ese sentido?
No sé si pueden aprender algo de mi, pero cuando veo empresas de mis propios compañeros, herrerías que no tienen canal ni página web, me da «cosica».
A alguno incluso se la he hecho. Es un escaparate al mundo. Ahora mismo, no se puede estar fuera. Nosotros mismos, como clientes, ya no salimos a la calle como antes, nos vamos a internet. Antes ibas al rastro o a esas calles que había en las ciudades donde podías encontrar seguro lo que buscabas (discos o equipos de música, por ejemplo). Ahora está todo en internet.
Organizas cursos para personas que quieran aprender tu oficio. ¿Podrías indicarnos cómo podrían apuntarse a estos cursos?
Es muy sencillo. Basta con entrar en la web del Centro de Arte Escuela de Herreros, hay un calendario y si las fechas no te convienen, puedes proponer otras. También puedes mandar un email o llamar por teléfono.
Supongo que vendrán personas de todo el mundo a formarse contigo ¿algún país en especial o cultura más interesada en el oficio del herrero?
Quizás México y Argentina. Después, Chile y Uruguay. Al ser los vídeos en castellano, es normal que tengan más éxito entre hispanohablantes. Sé que en algún caso, hay quienes han encontrado allá un modo de vida a través de la forja.
¿Si algún día alguno de los lectores del blog pasa por La Pueblanueva podemos invitarte a un café (y así te tomas un descanso)?
Sí, claro. Estaré encantado. Pero ¡ojo, a lo mejor el café se alarga e incluso os quedáis a comer porque los de la Escuela preparan unos pucheros que están de miedo!
¡Eso está hecho! (quedáis todos avisados)
Muchas gracias Ramón, cuando conocí tu historia a través de la TV me quedé fascinado por muchas cosas, pero en especial por la pasión que se ve en ti cuando haces tu trabajo y la valentía que le has puesto para lograr un movimiento en internet que ayuda a preservar una profesión y unos valores que no se tienen que perder. Para lo que puedas necesitar cuenta con nosotros.
2 comentarios en “Entrevista a Ramón Recuero”
Hola a todos….
Buena y bonita entrevista,a ver si nos sirve para reflexionar y avanzar sin perder nuestros orígenes. Un Saludo
Gracias Susi, Ramón es de lo que no hay. Un abrazo.