Después de algunos años he descubierto los principales componentes de la productividad personal. No sin muchos esfuerzos y desvelos, he sistematizado mucho la forma de conseguir mis metas. Después de conocer a excelentes profesionales y también de probar mucho conmigo mismo, puedo decirte qué tres elementos debes cultivar, y te lo diré con un ejemplo muy concreto.
En el 2006 me planteé por primera vez escribir un libro, por aquel entonces vivía solo, en Londres, justo acababa de conocer a Robin Sharma en Estambul, también había visitado la Toscana un par de meses antes, inspirándome en todos sus paisajes y lugares, tratando de mejorar mi técnica para explicar lo que veo o siento a través de las palabras escritas. Aquel viaje de 15 días en solitario cambió mi vida. Era Septiembre, y en mi habitación del 106 de Calabria Road en el barrio de Highbury & Islington, me dije «Tengo que escribir un libro».
Lo intenté de muchas formas en ese año… pero no fue posible. Faltaba algo…
El primero de los componentes de la productividad
En una formación en Julio de 2008 en la Sierra de Urbasa en Navarra, siendo alumno de la misma, un compañero hizo conmigo una dinámica para ayudarme a definir mi objetivo. Estuve durante una hora de reloj hablando de un libro que todavía no existía, pero que para mí era un sueño. Definí número de páginas, temática, personajes, contenidos… prácticamente todo. Después de esta definición tan concreta ¡no podía sino volver a mi casa y escribir mi primer libro!
Nueve meses después El Jardinero en la Empresa salía a las librerías.
Si has escuchado bien hasta ahora habrás descubierto cuál fue el ingrediente que faltaba en este caso: UNA META BIEN DEFINIDA, CONCRETA Y ESPECÍFICA AL MÁXIMO.
El componente clave…
Después de esto pensé «Ahora tengo que seguir escribiendo» y lo que hice fue intentar escribir mi segundo libro. Lo intenté pero no conseguía acertar con lo que quería, no conseguía ver crecer el número de palabras, tampoco los contenidos que quería expresar…
Un día hablando con un buen amigo me dijo «¿Cuál es tu plan?» y la verdad es que NO TENÍA UN PLAN. Al menos no un plan con el nivel de detalle y concreción que es necesario en estos casos, tenía un esbozo de plan, pero no un PLAN EFECTIVO. Seguidamente agendé en mi calendario un número determinado de días para escribir el libro, dedicando 6 horas cada día, con un horario muy concreto.
Esto me motivó mucho, parecía un buen plan. Y después de una semana de retiro en el Monasterio de Poblet, conseguí finalizar Creer para Ver. Todavía recuerdo la sensación de satisfacción de haber completado esta tarea, cerca de las 19:00h, justo cuando nos llamaban las campanas del monasterio para asistir a Vísperas…
Si has leído bien, hacia falta un buen plan para conseguir mi meta. Esto es algo que muchas veces creemos que tenemos, pero que no siempre tenemos. Porque el plan está lleno de indicadores predictivos (si leíste el blog la semana pasada ya sabes lo que son).
Hacer un buen plan es uno de los componentes de la productividad que muy a menudo olvidan muchas empresas y profesionales. Creen que hacen planes, pero sólo son meros esbozos.
Tenemos METAS, tenemos PLAN ¿y ahora qué nos queda?
El componente más olvidado
Para explicarlo, te seguiré contando mi historia. Para mi sexto libro, tenía una meta clara, un plan concreto y también motivación. Pero sin embargo, no cumplía con el plan, al menos no con el nivel de compromiso que se requiere. Muchos días me encontraba cansado, otras veces habían tareas más importantes que aparecían en mi agenda, etcétera.
Lo cierto es que me dí cuenta un día de que estaba autosaboteándome, de que me ponía la zancadilla sin darme cuenta ¡No estaba cumpliendo mis metas! y eso me parecía muy grave.
Decidí, a partir de entonces, fortalecer el músculo de la fuerza de voluntad y autodisciplina, de ser más metódico, enfocarme más, no sabotearme en definitiva. Y después de un tiempo luchando conmigo mismo, lo conseguí. Finalmente este libro salió al mercado, y después, como por arte de magia, surgieron los 12 libros restantes. A día de hoy son 18 el número de libros míos que encontrarás en tu librería.
En realidad no fue arte de magia, sino que fue la aplicación del método que te propongo.
No lo hubiera conseguido sin estos tres ingredientes:
- Metas concretas.
- Planes efectivos.
- pasar a la Acción.
Estos son los 3 ingredientes del modelo MPA. Un modelo que enseño cada año a fondo a cientos de profesionales, desde la industria del automóvil en empresas como FORD, con la que estoy trabajando en estos momentos, hasta profesionales de todos los sectores que necesitan aumentar su Productividad Personal. Todos necesitamos conseguir metas, pero muchas veces nos perdemos en el camino ¿te ha ocurrido?
En esta conferencia en Barcelona (BNEW2020, un evento mundial que te encantará), hablaré sobre estos tres componentes de la productividad y podrás asistir presencial o virtualmente. El Viernes 9 a las 18h hablaré de ello, puedes asistir a esta y también a cualquiera de las demás si te inscribes. Un evento global, muy recomendable. Echa un vistazo a todos los speakers y también a los inspirational speakers, entre los que me encuentro junto a otros como Mago More, mi querido amigo Luca Lazzarini y tantos otros.
Y finalmente, me gustaría conocer tu experiencia ¿De estos 3 componentes te bloqueas más a menudo?
Nos vemos en la cima.
3 comentarios en “Los 3 componentes de la productividad personal”
Hola César!
Nada más ideal que para el inicio de un nuevo año, plasmar nuestras metas bien en claro, agregar estos tres ingredientes que nos mencionas y sobre todo PERSEVERANCIA!!! GRACIAS, saludos desde Lima Perú!
Hola César!!
Gracias por tu Post, hizo click !!!! Me recordó que mi falta de voluntad y disciplina, están saboteando mis metas….
Hola Gisselt, me alegra que te haya gustado, a por ello! un abrazo