Las vacaciones son tan necesarias como el trabajo, ambos se necesitan mutuamente, ni podemos estar siempre trabajando ni sería aconsejable estar siempre de vacaciones porque entonces dejarían de llamarse así. En los últimos tiempos se está hablando mucho de las vacaciones, de si desconectamos, de si tenemos suficientes, de si tomamos todas las que nos corresponden, del síndrome post-vacacional, etcétera. Yo particularmente suelo «vacajar» una buena parte del año (3 meses) y ahora es uno de esos momentos. Te contaré en este post algunos cambios de paradigma que nos hacen falta ahora mismo sobre nuestra forma de entender las vacaciones y sobre todo lo que significa estar «vacajando».
Vacajar, las nuevas vacaciones
El tema de las vacaciones es un tema del que, cuando se habla en círculos empresariales, especialmente a nivel directivo, parece que esté mal visto tomarse todas las vacaciones o tener más de dos semanas consecutivas de las mismas. Si en tu empresa hay mucho por hacer (que me digan en qué empresa no hay mucho por hacer), ve y diles a tus jefes / compañeros que te vas 3 o 4 semanas de vacaciones a ver cómo te miran, especialmente si tu posición en la organización es alta, es decir, si tus decisiones y acciones pesan mucho sobre los resultados de la misma.
Parece que todavía llevamos con algo de culpa lo de estar de vacaciones mientras nuestros compañeros están sudando la camiseta por sacarlo todo adelante. De ahí que muchas personas no tomen más de una o dos semanas.
También conozco personas que, a nivel directivo, toman más de dos semanas seguidas, pero suelen estar constantemente conectadas a su móvil, teléfono y ordenador, algo muy habitual estos días.
Como cuestioné hace algunas semanas, lo de tener 22 días laborales de vacaciones de forma fija e inflexible, hagas lo que hagas y te dediques a lo que te dediques, me parece particularmente extraño y en muchos casos insuficiente. En otros casos me parece excesivo, hay quien no pega un palo al agua durante su tiempo de trabajo y al que no le hacen falta vacaciones. De hecho hay quien no se merece vacaciones, literalmente, por estarlo durante el resto del año.
Identifico 3 formas de tomarse vacaciones, la última de ellas es de la que te quería hablar hoy:
1.TOMARTE TODAS TUS VACACIONES Y DESCONECTAR AL 100%
Esto suena muy bien, si eres un trabajador que está en la línea de producción es recomendable, realista y saludable. Para muchos otros empleos también, muchos de los empleos administrativo-técnicos actuales por ejemplo, pero para empleos de cuello blanco con alta responsabilidad es literalmente imposible, por mucho que te quieran o te quieras convencer.
Que un directivo de alto nivel desconecte de su email y teléfono durante 4 semanas es altamente improbable, incluso en aquellas empresas que más dicen defender este tiempo de vacaciones.
Es obvio que siempre habrá excepciones y empresas que consiguen hacerlo diferente, pero son las menos y además son ese tipo de empresas que aportan tanto valor añadido y tienen una rentabilidad por empleado tan alta que pueden hacer este tipo de prácticas y otras tantas muy motivadoras. Pero son la excepción, reconozcámoslo.
2.TOMARTE MENOS VACACIONES DE LAS QUE TE CORRESPONDEN
Esto es muy habitual a nivel directivo, más que nada porque hay mucho por hacer, demasiados proyectos estratégicos que llevar a cabo y desgraciadamente la necesidad de supervisar el negocio, proyectos o seguimiento de clientes.
Al final, en muchos puestos de trabajo, uno acaba por tomarse diez o catorce días de vacaciones cada año, poco más.
Bajo mi punto de vista éste es otro error bastante grande, ya que si acostumbras a no tomarte todas tus vacaciones acabarás acumulando estrés, ansiedad y quizás te desmotives a la larga. Además, las personas que más quieres (tus hijos, familia, amigos), te echarán de menos.
Durante un tiempo lo hice y creo que no me ayudó en absoluto. Luego emprendí (2007) y empecé a hacer lo contrario (tener más vacaciones de las habituales) y creo que es una de las razones principales por las que no volvería a trabajar en una empresa tradicional.
3.»VACAJAR» TODO EL TIEMPO QUE NECESITES
Particularmente creo que lo de tener un mes de vacaciones a nivel directivo o de media dirección cada vez tiene los días más contados. Nuestro sistema de vacaciones se remonta al pensamiento de la revolución industrial en el que un trabajador exhausto que no aportaba demasiado valor añadido a nivel de conocimiento, sino de trabajo manual, necesitaba reponer fuerzas durante un tiempo.
En las empresas del conocimiento no importa tanto cuántas vacaciones tengas como cuánto valor aportas.
En este sentido, una persona puede tener dos semanas de vacaciones y otra dos meses y aportar el mismo tipo de valor. Esto cuando se trata de trabajo manual (labour) no es así, pero en una buena parte de los trabajos que realizamos sí. Quizás el problema sea como llevar todo esto a la práctica o como regularlo.
En mis 12 semanas anuales de vacaciones hago de todo (viajo mucho porque si me quedo en casa me entran unas ganas locas de trabajar) pero también superviso trabajo, anoto ideas, estoy al día de los proyectos, recibo llamadas, contesto emails o escribo en este blog (eso sí, sólo una vez por semana). Esto me lleva una dedicación prácticamente inexistente, a la que no podría llamar trabajo. Pero sin duda es trabajo.
Hace unos minutos acabo de atender una llamada de un potencial cliente solicitándome una conferencia para realizar en Galicia en Noviembre. Entre hoy y mañana les enviaremos una propuesta. Todo ello supone dedicar unos 60 minutos ¿impide eso que esté hoy de vacaciones? En absoluto. Quizás si sólo tuviera una o dos semanas de vacaciones sí que me sabría muy mal tener que hacerlo, pero en verano tengo 51 días de vacaciones ininterrumpidos por cualquier proyecto relevante. Si al final de estos días he dedicado 15 o 30 minutos diarios a mantener la fluidez de mi empresa y seguir asegurando los objetivos, lo seguiré viviendo como días de vacaciones. Quizás sea mi forma de verlo, pero vacajar es para mí la mejor opción.
Aunque nos duela, a nivel directivo cada vez nuestras empresas están menos pensadas para desconectar al 100%, por mucho que se haga legislación a este respecto (de la que hablaré en otro post). Por eso hace años que, durante las «vacaciones» no tengo vacaciones al 100%, lo que hago es estar «vacajando», es decir estar de vacaciones y al mismo tiempo no frenar nada importante y estar al tanto de lo que concierne a mi actividad profesional / empresarial.
Esto supone un cambio importante de paradigma para muchas empresas y profesionales, pero es un cambio que ocurrirá, ya que las fronteras entre la llamada «vida» y el trabajo son cada vez son más delgadas. Y, en lugar de verlo como algo negativo, hay mucho de positivo en ello.
Sueño con ver empresas en las que se mida y valore más la aportación de valor de las personas y menos el tiempo que están sentados en la silla.
De esa mentalidad presencialista nos viene la mentalidad del «mes de vacaciones», café para todos. Suponiendo que los otros 11 meses la persona va a aportar su máximo valor. Como no sabemos medir el valor aportado por cada empleado creamos un sistema igualitario que ofrezca las mismas condiciones laborales, sean trabajadores a pie de calle, administrativos o directivos. Quizás la tecnología nos tenga que ayudar a este respecto en los próximos años, pero algo más de flexibilidad no vendría nada mal, pese a lo políticamente incorrecto que pueda sonar la palabra flexibilidad cuando se habla de temas laborales.
En el futuro habrá cada vez más personas que cambien de empresa porque les ofrecen más vacaciones o las vacaciones que ellos quieran, o «vacajar» cuando ellos quieran…
No importa si estás en las Bahamas o en tu oficina de Madrid, si ha aparecido un problema lo que se espera de ti es lo que lo soluciones, desde dónde lo hagas y el tiempo que dediques es irrelevante. Quizás estar «vacajando» sea más común en un futuro.
Son cada vez más las empresas que empiezan a no medir el tiempo de vacaciones de algunas personas, siempre y cuando ellas cumplan con sus objetivos, sean responsables y estén accesibles.
De momento, como un servidor puede elegir lo que quiere para su futuro (para eso emprende), yo elegí este tipo de vacaciones hace unos 10 años, y hasta hoy me ha ido muy bien, creo. No pretendo ser maestro de nada, pero siempre te aconsejaré que lo hagas todo al máximo, como dicen en EE.UU «Work hard, play hard«.
Se hizo la hora de salir a tapear por Logroño, que si no lo conoces a fondo te lo recomiendo, un lujo en todos los sentidos. Por empezar por algún lugar, prueba la Calle Laurel, y sobretodo las patatas bravas que sirven en la Taberna del Laurel. Eso sí, servidas junto a un buen Rioja. Ya me cuentas.
Que tengas un gran día.
10 comentarios en “«Vacajar» Las nuevas vacaciones”
Poderosa reflexión que invita a ser freelance (pese a sus dificultades) con una visión optimista y basada en la experiencia. ¿Por qué no? Aprovecho y dejo otra reflexión, sobre cómo existen personas que se venden como adictos al trabajo o workaholics. ¿Beneficia esto a su marca personal?
Hola Guillermo, es una buena reflexión. Considero que ambos extremos pueden beneficiar a la marca personal: el que trabaja 4 horas a la semana tipo Tim Ferris, o el que dice estar siempre hiperconectado a su trabajo como podría ser Elon Musk. Los extremos gustan. Por lo demás, se trata de que cada uno vea cómo quiere vivir y lo haga, trabajando más o menos, implicándose más o menos. Es una decisión personal. Un abrazo y gracias
Hola buenos días.
Felicidades por el post, la «conectividad laboral», durante las vacaciones es algo que todavia tiene que tener un intenso debate, ya que la tecnlogia va mucho más rapido que las normativas, habitos y costumbres.
Lo que hago es aplicar sentido comun, desde que tomé la decisión de tener un portatil, correo electronico corporativo en el movil y estar hiperconectado.
Según leia el artículo, me recordaba a la actual presidente de la Comunidad de Madrid, que se jacta por las redes sociales de estar trabajando, mientras que el resto de politicos están de vacaciones, con el aluvión de bondades y criticas que eso le conlleva.
La tecnologia y la globalización, hace que la separación de la linea entre lo laboral y lo personal sea mas pequeña y no no digamos si eres «infra-autonomo».
Ante todo ello solo queda aprendizaje ante los retos de la productividad, consecución de objetivos y conciliación laboral que se presentan, , ya que sino todos los derechos laborales conseguidos durante la epoca industrial, se perderan en la era del conocimiento.
Y en cuanto al termino vacajar, otros lo llaman trabacaciones.
Saludos y buen fin de semana.
Hola Juan, muchas gracias por enriquecer este post con esas anécdotas y reflexiones personales. Feliz verano!
Felicidades Cesar!, siempre tienes la palabra correcta para definir algo y en este caso aciertas de pleno.
La verdad que sería muy interesante que esto se llevara acabo pero tendrían que cambiar mucho las cosas en este país, y creo que tampoco sería aplicable a todos los sectores productivos.
De todas formas siempre tienes y planteas cuestiones que nos aportan, gracias!
Gracias Mario! Espero que estés de cine y que el calor vaya dánto un respiro a todos los sevillanos/as. Sí, es un tema muy complejo, no se abordará en los próximos 10 o 15 años, pero seguramente más adelante veremos cambios, ya que el sistema y nuestra reglamentación laboral, entendida como hasta ahora (sindicatos caducos, rigidez, café para todos, inflexibilidad), no tiene validez en un futuro. Caerá por su propio peso, pero quizás tú y yo no lo veamos, o ya estemos de vacaciones permanentes! 😉 un abrazo amigo
Hola César, felicidades por el post!
Me encanta tu propuesta sobre adaptar las vacaciones a la aportación de valor de cada profesional, pero me queda la duda de como se podría hacer esto para empleados de trabajos manuales.
Creo que una buena solución sería medir intangibles como el espíritu de equipo, el respeto, o la gestión de conflictos para valorar la calidad humana de cada profesional, tan necesaria para favorecer un buen clima laboral. ¿Qué te parece?
Gracias por tus aportaciones..
Hola Juan! la verdad es que es un tema muy complejo como bien imaginas, son muchas las variables a tener en cuenta y que podrían ser malentendidas y tildadas otras de políticamente incorrectas, discriminatorias, etc… de ahí que dudo que en pocos años alguien se atreva a ponerle el cascabel a este gato. Pero sí, se trata de medir como bien dices, y de favorecer un clima laboral motivador en el cual cada persona se ponga a sí mismo el tiempo de descanso, etcétera, algo bien complejo. Un abrazo!
Por fin alguien le pone nombre a lo que hoy en día es toda una realidad.
Aprovecho para darte la enhorabuena por el blog y animarte a seguir disfrutando de nuestra tierra.
Gracias por tu feedback Javier! un abrazo!