Esta semana estaré por Barcelona con Asociados BdB (Martes) y por Bilbao con ESADE (Miércoles), además de otros tres proyectos y varias reuniones en otras ciudades. Hoy comienzo el día con ganas, pero también con mucho por hacer. Ayer fue domingo y trabajé (también lo hice el sábado), a veces no queda otra. Es ese tipo de decisiones que cualquier emprendedor / empresario / autónomo / o persona muy comprometida con lo que hace tiene que tomar.
Trabajar en exceso no siempre es perjudicial
Trabajar en exceso tiene mala fama, más a menudo me verás siempre escribiendo sobre conciliación que sobre los beneficios de trabajar en exceso.
En esta ocasión como en otras, trabajar en exceso ha hecho que me desbloquee, tenía bastantes temas de los que ocuparme, emails sin haber contestado, demasiadas notas y documentos, tareas… Mi método de gestión del tiempo empezaba a no funcionar, se había colapsado. Todo estaba bajo control, pero no el tipo control que a mi me gusta tener. No es que sea un control freak, pero no me gusta dejar cabos sueltos, ya me entiendes… Luego llegan vacaciones y me olvido hasta de cómo me llamo.
No sé si eres de los que deja las cosas para última hora, para cuando ya no queda tiempo. Si es así, tienes un problema.
- El problema es que muchos clientes acaban quejándose porque no estás ofreciéndoles el servicio que merecen.
- Que no llegas a las fechas de entrega acordadas.
- Que llegas tarde a las reuniones.
- Que no haces seguimiento de lo que te habías propuesto…
- Que llenas hojas y hojas escribiendo acciones por llevar a cabo, que luego no revisas ni te ocupas de ellas.
- Que tus jefes acaban por llamarte la atención a menudo porque no se ha hecho lo que se esperaba.
- Que tu estrés aumenta hasta que acabas con un síndrome de agotamiento profesional galopante.
El problema es que el tiempo te controla a ti, y no tú al tiempo.
A veces hay que alargar la jornada laboral hasta la madrugada, o trabajar un domingo cuando otros están comiéndose una paella, para poder llegar a todo. Es peor que no llegar y ver como tu trabajo pasa por encima de ti como una apisonadora. Son ese tipo de decisiones que decido hacer y por las que no me siento culpable. Si disfrutas de lo que haces y tu entorno te facilita que lleves a cabo tu trabajo, a veces (solo a veces) puedes sumergirte en él durante más horas de lo debido, puedes trabajar 70 horas a la semana.
La semana pasada me pasé un poco, pero este fin de semana será enteramente para mi y mi mujer, I promise.
Esta forma de vida también tiene otras ventajas, de ellas te hablaré otro día. Let´s Go.
Que disfrutes de la semana.