Empezamos la semana, lunes, son las 6:48am, una vez más hay que empezar temprano si quiero llegar a todos mis compromisos hoy, pero no me podia olvidar de todos vosotros y quería escribir un post sobre una situación que alguna vez te habrá ocurrido, o que te puede ocurrir (espero que así sea).
¿Cuántas veces la vida te ha pedido un acto de fe?, ¿En cuantas ocasiones has sentido la sensación de había que saltar al vacío? No nos gusta sentir que algo no lo tenemos bajo control, no nos sentimos bien con la incertidumbre, y sin embargo la vida a menudo nos pone a prueba, situándonos ante el abismo y diciéndonos «vamos, salta»…
Por lo general, nos cuesta hacer actos de fe, nos cuesta confiar en que todo saldrá bien. Demasiados miedos en nuestra cabeza, demasiados hipotéticos fracasos que impiden que des ese pasito que hay entre la seguridad aparente y el vacío.
Saltar al vacío y confiar en que todo saldrá bien
Si has hecho puenting alguna vez o un deporte de riesgo sabrás a qué me refiero, nuestro cuerpo no está preparado para tirarse al vacío, no estamos programados para ello. Sin embargo todo viene como consecuencia del miedo ¿Miedo a qué?
- A perder algo,
- A fracasar,
- Al ridículo,
- A hacernos daño,
- A sufrir…
Son los miedos los que te mantienen atado/a a una hipotética seguridad con la que sabes que tampoco vivirás al 100% dando lo mejor de ti mismo/a. ¿Qúe harías si no tuvieras miedo?
Saltar al vacío no es tarea fácil, no nos enseñaron a hacerlo, por eso es tan difícil. Por eso requiere de un acto de fe, de creer en ti, de que todo saldrá bien.
El problema es que has pasado algo por alto, y creo que lo has olvidado. Tú, como yo, nacimos más capaces de lo que creemos, nacimos brillando mucho más de lo que hoy brillamos, nacimos riendo y disfrutando tanto de la vida que si hoy pudiéramos volver a atrás y recobrar toda aquella felicidad nada nos frenaría para saltar a ese hipotético vacío que tenemos delante.
No es que no seas capaz, es que has olvidado que eres capaz. No es que no puedas, es que has olvidado que puedes. Quizás lo único que necesitamos es que alguien nos lo recuerde y que confíe en nosotros. Es entonces cuando saltarás al vacío y es entonces también cuando te darás cuenta de que tenías unas fabulosas alas.
Que tengas una gran semana
10 comentarios en “Saltar al vacío y confiar en que todo saldrá bien”
Ese brillo lo podemos redescubrir en los ojos de un hijo pequeño. Su inocente inteligencia me asombra. A veces dice cosas que dan para reflexionar. Porque él ve la realidad aún sin la contaminación de los miedos adquiridos por los adultos. Tenemos mucho que aprender de los niños.
Me recuerda una escena de la película «En busca de la felicidad», con Will Smith y su propio hijo en la vida real de protagonistas. Una historia de superación.
Gracias César, tocayo! En los niños se encuentra todo lo que hemos perdido de adultos. Gran película la que citas, gracias por la recomendación a los lectores. Un fuerte abrazo
Buenas noches Cesar, saltar al vacio , un acto de fe! Reconozco que para mi la fe mueve montañas, lo estoy descubriendo este año 2014 y estoy de acuerdo. Debemos vencer a la mente y el ego para dejarnos ser. Y sobre todo si va acompañado de un buen despertar para preparar el dia. Gracias por tus publicaciones, gran regalo,
Un abrazo y fe 🙂
Buenos días Raquel! Espero que estés muy bien. Gracias por tu comentario tan enriquecedor en el que hablas desde la experiencia «la fe mueve montañas». Gracias en todo caso por seguir leyendo lo que escribo y que tengas un día estupendo.
Gracias César!
Como dices, creo que todo se resume en confianza en uno mismo. Si no creemos en nosotros mismos, quién lo va hacer?… y por qué tienen que decirnos otros que confían en nosotros para darnos la fuerza que necesitamos para saltar?… qué acaso no confiamos en nosotros mismos más que nadie pueda confiar en nosotros?… A veces, cuándo tengo que saltar intento mirarme como si fuera otra persona ajena, así me digo, SÍ, confío en ti más que en nadie!!! Un fuerte abrazo, amigo
Vaya que sí Nacho, si no somos capaces de confiar en nosotros ¿quién lo hará? Vamos a por ello Nacho, let´s dream!
No me contestas y me da realmente igual, te lo escribo y lo siento. Mucho de lo que escribes es la vida real «comercial». Mi duda es si de verdad eres VENDEDOR?. Yo soy vendedor, comercial?. VENDEDOR. De corazón me animan algunas cosas que escribes. GRACIAS
Hola Antonio, gracias por tus comentarios. No entiendo lo que quieres decir, ya que no tengo noticias de que no haya contestado a un comentario tuyo previamente.
Respondo a tu pregunta diciendo que sí soy vendedor, igual que tú, supongo. Sólo que yo además de conseguir negocio para mi empresa diariamente tengo que llevarlo a cabo, soy el que lo vende y la mayor parte de las veces el producto, es lo que tiene dedicarse a prestar servicios de consultoría y desarrollo.
Me alegra que te animen algunas cosas que escribo y espero que siga siendo así. Un fuerte abrazo.
Una de las cosas que comparto absolutamente es levantarse temprano para ponernos en situación, para embadurnarnos de la ilusión de tener un día por delante para nosotros y pienso que esos miedos de los que hablas que evitan que nos tiremos pueden ser trabajados a esa hora temprana, esa hora en que como se dice coloquialmente «las calles no están puestas».
Es un momento sublime del día que nos permite vernos como somos y ejercitar poco a poco esas alas que, como muy bien comentas, ahí están y que por llevarlas detrás muchas veces no las vemos.
Un placer leerte como siempre, César
GUILLERMO LLOFRIU
@gllofriu
Gracias por aportar Guillermo, como siempre un placer leerte también. Espero que estés de cine y que ahora que llega la temporada más veraniega a Palma disfrutes de tu tierra. Mientras tanto y hasta que lleguen los días de vacaciones seguiremos poniendo las calles.
Un fuerte abrazo