Ser valientes, desafíar la realidad, distorsionarla para cambiarla, no sé si estarás de acuerdo conmigo, pero creo que necesitamos más Quijotes.
La historia de Don Quijote es apasionante, todos los españoles nos podemos sentir muy orgullosos de la gran creación cervantina, del ingenioso hidalgo que desafiaba cualquier circunstancia, que veía dónde no los había gigantes a combatir, pero en realidad eran molinos.
Molinos o gigantes, la historia de Don Quijote hace ya más de 400 años es apasionante. Alguien que decide salir a buscar aventuras, a rescatar doncellas y a derrotar a malvados gigantes, sin demasiados recursos y en un enclenque caballo, acompañado de su gran escudero Sancho.
Alguien que sueña, que cree en sus sueños, en las quimeras, que no se da fácilmente por vencido, tanto que, cuando queda en el suelo abatido por las aspas y Sancho le hace comprender que en lugar de gigantes son molinos, dice:
—Calla, amigo Sancho —respondió don Quijote—, que las cosas de la guerra más que otras están sujetas a continua mudanza, cuanto más, que yo pienso, y es así verdad, que aquel sabio Frestón que me robó el aposento y los libros ha vuelto estos gigantes en molinos, por quitarme la gloria de su vencimiento.
Hoy en día vivimos tiempos en los que es necesario distorsionar parte de la realidad para poder encontrar nuevas soluciones. Las empresas disruptivas distorsionan la realidad, se hacen preguntas extrañas, por eso creo que necesitamos más Quijotes, personas que quieran atreverse a abrazar la ambigüedad, a construir el puente mientras caminan sobre él.
Sin duda que tú y yo también somos algo Quijotes, somos herederos de la sangre cervantina, del ingenio del manco de Lepanto que tan bien ha posicionado a España en el más alto podio de la literatura internacional.
Cuando algo es demasiado fácil y concreto también es aburrido, tenemos que volver a salir a buscar aventuras, con o sin escudero, con o sin Rocinante, con o sin una Dulcinea por la que luchar.
Quizás tengamos que soñar y desafiar al futuro, desafiar a las amenazantes aspas de los molinos, ¿o debería decir los brazos de los gigantes?
Que tengas un gran día.
3 comentarios en “Necesitamos más Quijotes”
Como siempre, muy inspirador.
Gracias Mª Luz, Un fuertísimo abrazo
Cada vez que leo tus escritos me deleito hasta más no poder.
Sin lugar a dudas tienes razón, la determinación de Don Quijote por su anhelo era más fuerte que cualquier comentario que quisiera disuadirlo. Hermoso y fascinante.