Mirarte al espejo

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En unas cuantas ocasiones a lo largo de nuestra vida las personas necesitamos puntos de referencia, un mapa, saber dónde nos encontramos y quienes estamos siendo. Mirarte al espejo de vez en cuando es una tarea necesaria, pero no por ello fácil…

A veces es la visita de un amigo la que te ayuda a mirarte a ese espejo, cuando alguien te dice «te veo mejor» o «te veo preocupado» o «te veo cansado» o «te veo más feliz desde la última vez que te vi». Los buenos amigos suelen ser bastante certeros en este aspecto.

En otras ocasiones tenemos la ocasión de visitar a alguien que nos escuche, un terapeuta, un coach o alguien que se ponga frente a nosotros para que de alguna forman os ayude a ser ese espejo que necesitamos.

Los procesos de terapia humanista funcionan básicamente porque el propio cliente se escucha a sí mismo, utilizando a la persona que le escucha como una caja de resonancia, amplificando lo que necesita ser más consicente, y dejando pasar de largo lo que no tiene importancia.

También solemos mirarnos al espejo cuando escribimos, cuando ponemos en palabras lo que nos ocurre por dentro, cuando tomamos un boligrafo y unas hojas de papel y apuntamos allí todo lo que acontece en nosotros. No sé si lo has probado alguna vez, es realmente terapeutico, se le llama escritura por asociación libre.

Una pequeña práctica que puedes realizar es llenar 3 hojas de papel cada mañana con tus pensamientos de ese momento, sean los que sean, no tiene porqué quedar bonito, ordenado o ser políticamente correcto. Luego te puedes deshacer de ellas.

Lo cierto es que el ser humano no tiene mucha capacidad de hacer un chequeo realista de uno mismo, de mirarse al espejo con objetividad, por eso solemos utilizar la realidad exterior para que nos de algunas claves: amigos / terapeutas / coaches / diario.

Utiliza el método que quieras, pero mírate al espejo. Es posible que sigas una tendencia a peor en tu vida y que no lo sepas o no te des apenas cuenta, hasta que ocurra una crisis: financiera, de pareja, relacional, familiar, anímica.

Durante varios momentos a lo largo de mi vida utilicé uno o varios de estos métodos, y fueron realmente útiles para seguir por el camino adecuado en el mapa de lo que quería que fuera mi vida.

Dependemos de nuestro estado de ánimo y de nuestro cuerpo para sentirnos felices. Sin una mente sana y un cuerpo con salud poco podremos pedirle a la vida. De ahí que hoy te insista en la necesidad de parar y reflejarte en algo o en alguien, para que puedas mirarte y así poder tomar de nuevo el timón de tu vida.

Que tengas un gran día.

 

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2 comentarios en “Mirarte al espejo”
  1. La importancia de hacer consciente lo inconsciente y vivir un poco menos dominados por algo q no somos nosotros en estado puro.
    Estoy convencido q dentro de todos nosotros hay un diamante en bruto y como cualquier diamante muchas veces no es fácil extraer por la cantidad de capas q hay q «picar» antes de llegar a él.

    No sé si todo el mundo debería hacer algún tipo de terapia. Quizá alguien pueda defender q es mejor vivir en la inconsciencia y no tener q afrontar ni los pensamientos ni los sentimientos q el proceso puede conllevar. Y no seré yo quien intente convencerle de lo contrario…
    Escuchaba en «Café Society», una película de Woody Allen, a un personaje recordar una frase de Sócrates q decía: «Una vida no examinada no merece la pena ser vivida» a lo q añadía uno de los personajes:«pero una vida examinada tampoco es una bicoca». Y estoy de acuerdo con esa afirmación también. No obstante creo q aún no siendo una bicoca es mejor q vivir dominado por el poder de lo inconscientemente.
    Creo q si no experimentamos el proceso nos perdemos una parte muy rica, sabia, luminosa y auténtica de nosotros mismos. Un saludo.

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