Hoy es Sábado. Son las 11:34 de la mañana. Además de por que lo pone en el reloj, lo sé porque un sol radiante, inusual, entra por la ventana que queda detrás de mi ordenador. A estas horas nunca estoy frente a él. Hoy escribo a una hora muy distinta a la que lo hago cualquier día laborable. Pero a pesar de ser Sábado, tú habrás recibido este post el miércoles 29, a las 11:00a.m, la tecnología es la leche. Me tenía que poner a trabajar en varios temas esta mañana, pero no he podido evitar abrir la ventana del navegador y comunicarme contigo. Justo hace unos instantes estaba en el sofá, leyendo, tumbado, con mis piernas apoyadas sobre las de Belén, que veía Masterchef. Me encanta ese programa. Yo lo escuchaba, y me reía con ella, al tiempo que leía a ratos un libro. Y también reflexionaba sobre las cosas que realmente importan…
El libro que estoy finalizando (seguramente este fin de semana lo acabe, la app de Kindle me dice que voy al 82%) es «Correr, Comer, Vivir» de Scott Jurek, ultracorredor y ganador durante 7 años consecutivos de la Western States 100 (160km de carrera que algunos realizan en unas 15-17 horas, corriendo casi al ritmo de una Maratón). Hablaré de este libro, cuando lo acabe, en un post, al igual que he hablado de otros libros que he leído.
Este post te ha llegado a las 11:00 de la mañana, y si mis cálculos no fallan, a esa hora Belén y yo hoy Miércoles estaremos cerca de Oviedo. Esta tarde doy una conferencia en el Colegio de Economistas para ESADE. Hemos salido a las 6:00 de la mañana de Valencia. Cuando tienes que recorrer largas distancias madrugar cuenta.
La vida es una carrera de larga distancia, por eso creo que madrugar es de lo mejor que podemos hacer cada día.
Y también es lo mejor que podemos hacer en nuestros negocios. Anticiparnos.
Cosas que realmente importan…
Según pasan los años, uno no puede dejar de pensar en lo que realmente importa. Si te lo preguntara ¿Qué me dirías?, ¿Qué es lo más importante para ti?
¿El trabajo, ganar dinero, la pareja, la familia, los hijos, los amigos, viajar, el crecimiento personal, la paz mundial? Cada persona tiene sus prioridades, dependiendo de su escala de valores.
Lo que más me duele ver en algunas personas, y algunas veces también me ocurre a mi, es cuando confundimos las prioridades.
No tendríamos que perder el rumbo, cuando lo hacemos perdemos parte de nuestra vida. Entonces, la vida se nos escapa, como lo hacen un puñado de granos de arena de playa en la mano.
Al final del capítulo de hoy Sábado, Scott Jurek cuenta el momento en que su madre falleció con 58 años, habla de los últimos minutos de su vida. Me he emocionado al leerlo.
Todos tendríamos que poder tener tiempo para despedirnos de las personas a las que amamos.
Muchas veces vivimos en la superficialidad. Cuando no los vamos a ver durante el día o más tiempo, decimos adios a nuestros seres queridos, como si todo fuera a seguir bien. Pero puede no ser así. Siempre tendríamos que despedirnos de cualquier persona como si fuera la última vez que vamos a verla, con esos ojos, con ese abrazo, con ese beso que puede ser el último.
- ¿Te despides así de tu pareja?,
- ¿de tu madre o tu padre?,
- ¿de tus amigos?,
- ¿de tus hermanos?,
- ¿de tus hijos?…
Hace unos días daba el pésame por teléfono a uno de mis mejores amigos, una de esas personas que son grandes en todos los sentidos. Se lo daba por la partida también de su madre. Sentí mucho dolor al recibir la noticia, y también sentí muchas ganas de poder darle un fuerte abrazo. Espero verte muy pronto.
Hoy quería haber practicado deporte, correr esos 8km que suelo hacer los fines de semana antes de desayunar. Pero no me apetecía. La semana ha sido demasiado dura, he acabado bastante cansado y el cuerpo esta mañana me pedía no hacer nada.
Es difícil saber dónde está el límite entre esforzarse y acomodarse, entre aceptar las cosas tal y como son o querer cambiarlas.
En ocasiones me acomodo demasiado, pero pienso que no es más que una forma de volver a tomar energía para volver a renacer. Hoy me encuentro con ganas de no hacer nada de esfuerzo.
Y después de todo, ¿Qué es lo que importa? Lo que importa es tu felicidad, lo cerca o lejos que estés de los tuyos, el amor que sientas hacia tu pareja, hacia los que forman parte de tu tribu. El amor se manifiesta de muchas formas, ¡es tán difícil comprender el amor!
Pero sin embargo, es tán fácil sentirlo.
Y tú, ¿Cómo estás?, ¿Qué es lo que te mueve?, ¿Qué sentimientos anidan últimamente en tu corazón?, ¿A qué seres queridos te gustaría ahora darles un abrazo, decirles que los quieres?, ¿porqué no los llamas y se lo dices?, ¿porqué no vas a verlos?
Creo que voy a dejar de reflexionar por hoy, y voy a continuar con esas dos o tres tareas lógicas y racionales que la semana no me dio tiempo a acabar y que hoy tengo que hacer. Así, en un par de horas, podré hacer esa paella de espárragos, pechuga de pollo y fideo fino que tanto me gusta hacer para comer los fines de semana. Mañana haré lasaña. Espero que puedas probarla un día.
Recuerda que volveré a escribir el Martes día 5 de Mayo, estaré unos días en standby, recobrando energía. Hoy dormimos en Oviedo y mañana viajamos a Bilbao, a disfrutar de nuestro siguiente homenaje. Voyage privé nos permitió dormir en este hotel durante estos cuatro días. Volveremos el lunes día 4 a Valencia, pronto viajaré a Ecuador, Valladolid, Tenerife and so on. Mientras tanto, tapeo, buen dormir y buena gente.
Que tengas un día elegante.
16 comentarios en “Las cosas que realmente importan…”
Genial!!!
Si leemos tu blog aunque no comentemos, yo personalmente aprendo en cada articulo tuyo. Gracias.
y una curiosidad, la paella o fideua, ¿ cual es la receta?. Un abrazo.
Hola Maria Salud! Muchas gracias por tus comentarios. Esa paella que hago es de fideo de arroz muy fino (no del clásico fideo gordo con agujero en el centro). Como toda paella, primero un sofrito de cebolla con ajo, luego los espárragos y la pechuga de pollo a trocitos, dejarlos que se se hagan un poco. Después un poco de pimentón dulce, tomate rallado para que se fría y después caldo de pollo (para dos personas con un vaso es suficiente) al que he añadido un poco de pimienta negra molida y pimienta cayena (muy poca) para que le de más sabor. Finalmente cuando ha hervido todo un par de minutos, echo los fideos, y a los 4 minutos la paella está lista para comerse. En total te lleva unos 20 minutos, y tiene la ventaja de que llena menos que el arroz, además de la rapidez claro. Ya me dirás si quieres más detalle! un abrazo
Que bueno eres César! Siempre lo he dicho y lo sigo diciendo.
ENHORABUENA!
Ohhh!!! Mil Gracias! Este tipo de comentarios suben la moral! 😉
Tuve la suerte de disfrutar de tu sabiduría en un PACE y tengo que decirte que me encanta leer tu blog.
Hola Fanny! Todo un honor escribir para ti. Espero que siga cumpliendo tus expectativas! Un fuerte abrazo
Te invito a un café en Bilbao.
Hola Julen! Caramba, y yo respondiendo a tu comentario cuando ya he vuelto!!!! disculpa, he desconectado del blog estos días. Para la próxima ese café! un abrazo Julen
Gracias César, fantástico recordatorio!
😉
Gracias por tu post. A veces es difícil darnos cuenta de lo rápido que vamos haciendo las cosas y lo difícil que es parar y poner el foco en lo importante. Comparto todos tus sentimientos.
Gracias Alejandro! Un fuerte abrazo!
¡Buen viaje, César! Cuando dices «En ocasiones me acomodo demasiado»… no sé… Tengo la sensación que esas ocasiones son contadas, contadísimas 🙂 No das el perfil de acomodarte a menudo, ¡ni mucho menos!
Un abrazo,
Mónica.
Jajjaa. Gracias Mónica!
te felicito
te escribo para que sepas que aunque no comentemos los articulos seguro que somos muchos los que los leemos
Gracias Manel! Me anima a seguir escribiendo! 🙂