La solución definitiva. Como el marketing arruina tu vida

la solucion definitiva

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Empiezas un nuevo libro, estás leyendo el prólogo, no es raro encontrarse frases como: La solución definitiva para…., Este libro cambiará tu vida…, Aprenderás la forma definitiva de…, Conseguirás…, Duplicarás tus ingresos, tus ventas,…tu felicidad.

Es curioso como se vende felicidad gratuita en los libros, como se venden esperanzas de que después de leer ese libro todo va a ser expectacular, vas a dejar de ser un/a piltrafilla, un miserable, de ser tímido e introvertido/a, de tener pocos ingresos, tu vida será IM-PRESIONANTE. Esta idea de tanto conseguir, de que este es el producto que te falta para lograr lo que quieres, no sólo la encontrarás en libros, también en conferencias, cursos de formación, propuestas de consultoría, etc… se vende LA SOLUCIÓN DEFINITIVA.

¿Existe solución definitiva?

Creo que lo que nos sobra es arrogancia, y ganas de vender, por eso vamos vendiendo al estilo vendedor de crecepelo en una película del oeste. Hemos comprado la idea (muy occidental por cierto) de que cuanto más mejor, de que te falta algo, de que tu vida es incompleta.

Pero no te preocupes, yo te digo como puedes completarla: compra mi libro, compra mi curso, compra mi solución…

Si hay un sentimiento muy común a algunas sociedades es esta idea de la escasez continua. Te moriras creyendo que te falta algo, y si no a ti, te morirás creyendo que a tus hijos les falta algo. Nos hemos tragado el cuento de que somos seres incompletos, de que no servimos ni valemos del todo cuando estamos en estado natural, por eso debemos completarnos con algún producto. Claro, esto cuando lo aplicamos al marketing es explosivo, porque justo, justo, justo, con lo que yo vendo, tú estarías completo/a… un coche, champú, una casa, una crédito…

la solución definitiva

No puedo decir que no tenga parte de culpa, lo sé, también me gusta llamar la atención con este tipo de cosas, quizás no me exceda, pero también soy parte del problema. En algunas de las portadas de mis libros puedes leer «Conviértete en el mejor vendedor…» ¿Realmente?, «Todo lo que necesitas saber para…» ¿Todo, todo?

Y como seguro que he acumulado mal karma, también me gustaría confesarme. Confieso, sí, también soy culpable de difundir estos mensajes, quizás sea uno de los muchos problemas del marketing (aunque los problemas son de las personas, no de los métodos) que nunca se sabe cuándo ha cruzado la frontera de lo ético. No existe solución definitiva, no existe.

En primer lugar, porque nos hemos tragado un cuento que no va del todo contigo ¿Quién dijo que no puedes sentirte completo/a? ¿Quién dijo que necesitas de algo nuevo para tener la sensación (momentanea por cierto) de que eres feliz. ¿Y si ya fueras feliz pero no lo quieres ver?

¿Vas a estar toda tu vida detrás de la solución definitiva?

En segundo lugar porque si algún día hay algo que quieres cambiar o mejorar en tu vida, lo que provocará ese cambio no será nada, ni nadie externo, sino tú. Aquellos que venden la idea que han cambiado a miles de personas, en realidad proyectan la idea de que también les gustaría cambiarse un poco a sí mismos, pero todavía no lo han conseguido y por eso van por ahí salvando la vida de los demás.

En fin, reflexiones de una mañana de viernes, me he levantado con media resaca, cansado, ayer fue un día muy largo desde las 4am hasta las 12 de la noche para ir y volver de Sevilla, donde fuimos a presentar «Coaching de Equipos». Enric y yo estuvimos más que agasajados con nuestros anfitriones, qué ciudad más bella, qué grandes personas. Sin duda la cultura andaluza es colectivista, mucho más que otras de este país.

Que seas feliz, o mejor dicho, que durante el día de hoy puedas ver toda la felicidad que en realidad hay en ti. Un fuerte abrazo

Keep walking

 

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2 comentarios en “La solución definitiva. Como el marketing arruina tu vida”
  1. Juan Manuel Dominguez

    Tengo 25 años viviendo en el mundo del marketing y las ventas y te confieso que comparto tus pensamientos sobre el tema. Obviamente yo también he sido parte del problema. Creo que debemos cuidarnos mucho de no traspasar esa línea (invisible para algunos me imagino) de lo ético y rechazar con contundencia prácticas que terminan empañando la profesión. Te felicito por este post.

    1. Hola Juan Manuel! Gracias por aportar y añadir tus conocimientos a este tema. Y gracias por confesar! jeje. Viniendo de ti, lo que aportas vale el doble «debemos cuidarnos de no traspasar esa línea de lo ético», Grande!
      Siéntete invitado y sigue aportando siempre que quieras Juan Manuel!, un fuerte abrazo.

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