La queja no es un buen método

la queja

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No hace falta buscar demasiado para encontrar en un día normal una o varias personas que se quejan de algo. Nuestra energía colectiva se ha vuelto demasiado reactiva en los últimos años, y hemos perdido otras capacidades. Nos hemos identificado tanto con ese espíritu victimista que difícilmente creemos que algo se vaya a solucionar, por lo que la única solución que vemos es la queja.

No he conocido a nadie que haya cambiado el mundo quejándose, ya que la queja de por sí tiene poco efecto movilizador. No es que no sea partidario de cambiar el mundo, todo lo contrario, creo que hay mucho por hacer a todos los niveles, empresarial, político, social… pero tenemos que saber que la queja no tiene un efecto movilizador.

La queja nos situa en una posición desde la cual es muy difícil crear algo. Quien se queja demasiado no suele proponer mejoras, simplemente se queja. Los que más se quejan no tienen la mirada puesta en el futuro, sino en lo mal que están en el presente. La queja está muy bien como indicador de que tenemos que cambiar algo, pero no es una energía hacia adelante. La persona «quejigosa» está apegada a que el mundo no es como le gustaría que fuera, pero sin embargo no hace nada por cambiarlo.

quejas

Te pasará que cuando estás con una persona que se queja de todo (las hay, te lo aseguro), tu energía corporal acaba por los suelos y en tu pensamiento empiezan a aparecer nuevas quejas hacia todo. Es porque la propia queja es contagiosa. Yo no me suelo quedar mucho tiempo al lado de alguien que se queja constantemente, te dejan fatal. Tu creatividad cae por los suelos.

¿Qué alternativas elegir a la queja?

Como la queja ya habrás comprobado que sirve de muy poco, tenemos otras alternativas más saludables en nuestra mano.

  1. Proponer soluciones y empezar a llevarlas a la práctica en la medida que depende de nosotros.
  2. Hacer que nuestras quejas se oígan de verdad, pero donde toca. Normalmente nos quejamos en el lugar equivocado, y claro, sirve de poco. En lugar de quejarte a la persona que come en el restaurante contigo, quéjate al encargado del restaurante, o pon una hoja de reclamaciones si lo ves necesario y será más útil para todos. Vigila cómo es tu energía cuando lo haces, no hace falta enfadarse para quejarse.
  3. Aprender a vivir con la imperfección. Si quiero que todo a mi alrededor esté como yo quiera, seguramente estaré todo el día quejándome de que no es así. La rigidez caracteríal nunca trae buenas consecuencias (y con el tiempo se acentúa)

Si haces esto conseguirás que las personas te aprecien más, y tú también te apreciarás más a ti mismo/a. La queja no te lleva a ningún lugar creativo, Cambia el mundo, pero no te quejes.

quejarse

Lo mio hoy era quejarme de los que se quejan (pero sin acritud eh!).

Espero tus comentarios,

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10 comentarios en “La queja no es un buen método”
  1. Pingback: La capacidad de adaptación – Aura Holística

  2. A veces nos encerramos en nostros mismos y pensamos que esa es la vida que nos ha tocado vivir, creo que el video tambien hace un pequeño guiño a cambiar y conocer algo nuevo solo es necesario hacerlo poco a poco, no hace falta salir de nuestra zona de confort de golpe, el proceso es gradual y sino se tiene suficiente fuerza se puede pedir ayuda a un profesinal que no hara que cambies si tu no quieres porque todo depende de nosotros mismos.

    1. Hola Paloma, gracias por tus comentarios y por profundizar en el hecho de salir de la zona de confort gradualmente, también por la posibilidad que citas de «pedir ayuda», algo tan necesario y fundamental para los que vivimos procesos de cambio. Un fuerte abrazo Paloma, disfruta del verano.

  3. Pingback: La queja no es un buen método

  4. Ingebörg Boulandier

    Hola César, gracias por este vídeo tan divertido y significativo. Lo he visto con mi hija pequeña,( 10 años), y las explicaciones que me ha pedido:-«¿por qué están en una caja? ¿ que significa?…»-me ha permitido filosofar un poco e incidir, ante mi misma, en el mensaje latente, que bien conocemos, pero que fácilmente olvidamos. Un saludo, Inge.

    1. Hola Inge! Gracias por tus comentarios. Los niños siguen siendo nuestros maestros, nos recuerdan cosas que hemos olvidado, como en este caso la curiosidad de tu hija, qué grande!. Un fuerte abrazo Inge y siéntete invitada en este espacio siempre que quieras

  5. Todo puede verse con cristales de diferentes colores… Con otro color, podría decirse que toda mejora comienza con una queja, con una crítica… Por concretar, yo percibo (con un cierto color del cristal) que hay mucha gente (ciudadanía) que se queja legítimamente, que se manifiesta…, y que también hay muchos a quienes no les gusta, o no les interesa, que la gente se queje…
    Yo quiero un país en que la gente se pueda quejar, si así lo desea; en que lo haga debidamente, y mejor si puede proponer soluciones y estas se consideran.
    Por otra parte, podemos vivir con la imperfección porque todos somos muy muy perfectibles; pero no deberíamos vivir con tanta corrupción de los poderosos y tanta impunidad. Sí, se me ocurren soluciones; pero también estoy pagando para que sean otros quienes definan las mejores soluciones, las más idóneas.
    Sin violencias, pero expresemos lo que pensamos y lo que sentimos con libertad. Así lo veo yo con mi cristal, hasta que renueve las gafas. Se me critique por ello, si se quiere, que no me enfado.

    1. Gracias por enriquecer este post José! estoy de acuerdo contigo, de la insatisfacción proviene la mejora y el cambio. Quizás sea una queja activa y no de sofá la necesaria para poder cambiar algo.
      Un fuerte abrazo José y gracias por comentar

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