Hoy me he levantado un poco pachucho, algo resfriado y con dolor de garganta. Estar por Teruel trabajando durante parte del fin de semana hizo que cogiese algo de frío… El día de hoy no es precisamente tranquilo, me espera una formación en Castellón a primera hora, una reunión en Valencia a segunda hora y por la tarde un programa de Liderazgo y Dirección de Equipos. Delante del teclado reflexiono sobre eso de estar al cien por cien…
Creo que nuestra capacidad de obtener resultados también se demuestra en estos momentos en los cuales parece que el estado de ánimo te dice «para», pero tú sabes que es muy fácil cometer autosabotaje, ponerte la zancadilla decir que «mejor lo haré luego», que ya me ocupo mañana…
Una de las ventajas que tiene esto de trabajar por cuenta propia, es que difícilmente te pones enfermo, ¡para eso aprovechas las vacaciones!. En siete años, sólo he cancelado una cita por estos motivos. Sin embargo, el año pasado mi mujer y yo íbamos con un gripazo de caballo, como almas en pena por Granada, en nuestras vacaciones de Navidad. El año anterior también en navidad una muela aprovechó para decir «aquí estoy yo», el dolor de muelas son palabras mayores (menos mal que mi dentista lo cura todo)
- No siempre vas a estar al cien por cien, en ocasiones te apetecerá darle de nuevo al despertador, dormir 10 minutos más…
- No siempre vas a estar tan receptivo que te apetezca escuchar a una persona más…
- No siempre vas a tener las ganas de jugar con tus hijos, de contarle una vez más a tu hija de dos años ese cuento que tanto le gusta…
- No siempre vas a tener la paciencia de mantener el control y no perderlo ante una discusión con tu pareja, con un amigo, con un socio…
- No siempre vas a tener las ganas de salir a hacer ejercicio, ahora que empieza a hacer frío, que amanece tarde…
- No siempre vas a tener las ganas de hacer una llamada más a un cliente…
La pregunta es: ¿Qué haces entonces?
Que tengas una gran semana,
10 comentarios en “No siempre vas a estar al cien por cien”
Hola César! Me encanta este post porque ayuda a normalizar que no siempre vamos a poder dar lo mejor de nosotros mismos, que estamos aquí para algo más y que siempre lo hacemos lo mejor que podemos hacerlo, sea por la circunstancia que sea. Aceptación y permiso de uno mismo para tomarse el día de otra manera, modificando las prioridades y los autocuidados. Espero que estés mejor!!
Hola Rebeca, Gracias por tus comentarios. «Aceptación y Permiso para tomarse el día de otra manera» Me gusta, gracias. Ya me he mejorado Rebeca, mi cuerpo todavía sabe autorregularse. Un fuerte abrazo y cuídate mucho 😉
Hola César, el otro día leí un artículo que definía un poco la situación en la que vivimos, y en concreto decía que vivimos tele-presionados. Mis héroes en ese sentido son los alemanes; si están resfriados no van al trabajo y punto. Sin más remordimientos. Ya retomarán las cosas cuando se recuperen. Claro que yo trato con empleados, no con trabajadores por cuenta propia…
En cualquier caso en mi caso, cuando no estoy al 100%, enfoco el día de otra manera: intento no anular compromisos adquiridos pero la prioridad ese día soy yo. Beber mucho líquido y comer bien, es mi forma de recordar que lo primero soy yo.
Un abrazo desde Bilbao!.
Hola Igor! Espero que estés de cine. En Bilbao ya hace frío no como hace unas semanas cuando nos vimos por allí. Me gusta mucho la idea de considerarse la prioridad y esos pequeños consejos que apuntas, Gracias por contribuir Igor. Espero verte pronto. Un abrazo!
Pues escuchar esa voz interior que te dice: «para» y tomarte un café contigo mismo, del que sin duda saldrás con las energías renovadas. Reconozco que a mí también me cuesta, pero no viene mal de vez en cuando reconocer que somos humanos.
Un abrazo
Gracias Ana, Buen consejo el del «café contigo misma», copio tu idea. Un fuerte abrazo Ana, y sigue así de humana.
Darte las gracias y desear que las las molestias no vayan a más.
Gracias Manuel! Al final parece que me voy recuperando, después de una noche de esas que hacen historia, con fiebre y de todo un poco. Nuestros cuerpos son sabios Manuel, y por suerte el mío parece que ha vuelto a encontrar su camino. Un fuerte abrazo y gracias por tu mensaje.
Supongo que la respuesta a tu pregunta es, comprender que no somos robots, exigirte menos, y cuando estes bien de nuevo compensar/ recuperar lo que no pudste hacer. Si alguien tiene otra idea estaré encantada de leerla. Yo me lo pregunto a menudo. Gracias
Gracias Ana Isabel! Me gusta mucho tu idea «no somos robots». Un fuerte abrazo Ana, permanece siendo así de humana.