Es posible que en tu vida tengas algunos planes, algunos proyectos que te gustaría hacer realidad, metas importantes. Aunque cualquier meta relevante se tiene que conseguir paso a paso, hoy me gustaría sugerirte la sabiduría que se esconde detrás de empezar por lo más difícil, algo que aplico en mi día a día todo lo que puedo.
¿Cómo estás? ¿Todavía de vacaciones? ¿Qué tal estás pasando el verano? Nosotros seguimos de vacaciones, ya tan sólo nos quedan dos semanas y en breve estaré de nuevo en muchos temas que piden paso, y que, llegadas estas fechas me cuesta un poco frenar todo lo que viene. Sin embargo, con el tiempo he aprendido a posponer lo que no es urgente y dedicarme a lo importante, en este caso disfrutar enteramente de mi familia y descansar para el último cuatrimestre del año.
El arte de empezar por la parte más complicada
Empezar por lo más difícil es una filosofía de vida prácticamente, no tan sólo una técnica para llevar a cabo nuestros planes. En el archiconocido experimento del Marshmallow, aquellos niños ya lo hacían, «empezaban por lo más difícil», no se comían el algodón de azúcar porque sabían que posteriormente tendrían una recompensa. Una actitud, que como se demostró, cambió sus vidas para siempre.
El refrán también lo dice «Al que madruga Dios le ayuda». Aunque la sabiduría popular no cita que se tenga que madrugar para trabajar duro, se sobreentiende que uno no madruga para quedarse mirando como pasan las nubes. Los que madrugan conscientemente generalmente lo hacen para llevar su vida a un siguiente nivel.
Muchas personas creen que si dejan lo más difícil para luego, entonces será más fácil…
Pero no hay ninguna ley universal que diga que si dejas algo complicado al barbecho durante unas horas o días, mágicamente habrá perdido dificultad y te apetecerá hacerlo mucho más.
Normalmente las cosas difíciles que dejas para luego, acaban por consumir una parte importante de tu energía de forma innecesaria, todos tenemos ese juececito interno que nos dice «deberías ponerte ya con…», «Otro día en el que no has…», etcétera.
En términos mundanos aplico la regla de empezar por lo más complicado en todo tipo de cuestiones, desde las más banales, hasta las más estratégicas:
- Pintar la casa. Si el primer día empiezas por la parte más complicada, el resto será más fácil.
- Salir a correr. Si lo haces a primera hora del día no te sabotearás tanto como si lo dejas para el final del día. Por cierto, hoy también he salido (número 86 de 130 runnings que haré este año)
- Objetivos anuales. Si el primer semestre del año lo haces al 120%, el resto del año será más fácil.
- Cada jornada. Si empiezas el día por lo más difícil en tu agenda, por aquello que sueles dejar para luego porque «no te apetece», pronto te habrás librado de una pesada carta.
De ahí que mi mejor técnica de gestión del tiempo sea mirar la agenda bastante a menudo para ver qué es lo que tiene que resolverse y que aportaría más valor. De esa manera, en cuanto empieza una nueva jornada me pongo con ello, a primera hora. Aunque eso suponga despertarse más temprano.
No es una cuestión sólo práctica, considero que si aplicamos esta regla a nuestras vidas estaremos preparados cada vez más para afrontar objetivos desafiantes y altamente retadores, porque habremos ensanchado nuestra capacidad, motivación y autosugestión.
Te pondré otro ejemplo práctico. Como sabes, hace poco realicé el #DesafioOrdesa2017, una ruta circular trazada por mí mismo en el Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido. Uno de los temas clave en esta ruta era conseguir acabarla con entereza, motivación y fuerzas, al igual que la empezaba, sin ningún percance, porque iba en solitario. Así que apliqué de nuevo la regla de empezar por lo más difícil en un primer día bastante extenuante (aquí puedes ver el video resumen del primer día).
En este video del segundo día, te explico mientras camino a qué me refiero con la técnica que te he tratado hoy. Si quieres ver todos los videos del viaje, te recomiendo seguir mi canal de Youtube que por cierto ya ha superado los 2.o00 seguidores. ¡Gracias!
Que tengas un gran día.
2 comentarios en “Empezar por lo más difícil”
Me gustó tu publicación de 7 razones de por qué morderse la lengua.
Al igual que los cinsejos tan positivos.
El contacto que tienes con la naturaleza
Me alegra Yvonne! un abrazo