7 formas sencillas de disminuir el nivel de estrés

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¡Buenos días! Van agotándose los días de la primera parte del año y por aquí particularmente ya estoy a pocas jornadas de unas vacaciones. Estas dos últimas semanas he bajado a propósito el ritmo de viajes y proyectos, pero en los últimos meses ha sido todo lo contrario. Hoy te quiero hablar de disminuir el nivel de estrés en tu vida…

Bajar tu nivel de estrés es siempre saludable, porque te permite tener una mejor vida.

Hace unas semanas estaba escribiendo en la cama de un hotel, justo detrás de la catedral de Córdoba, a media mañana antes de dar una conferencia. Me di cuenta de la dificultad que tenía para ver la pantalla del ordenador con claridad. Pensé «40 años…» y después de hacer un par de consultas por teléfono tomé un taxi para comprar unas gafas de vista cansada en la óptica más cercana. Todo cambió ese día y los 15 siguientes en mi visión, ya podía trabajar frente al ordenador mucho mejor.

Sin embargo, a día de hoy estas gafas han dejado de ser necesarias. La tensión ocular es uno más de los problemas del estrés, y aunque la edad no perdona, y la presbicia aparece en mi vida, ahora no necesito esas gafas, mi nivel de estrés vuelve a estar en niveles saludables.

disminuir el nivel de estres

El estrés nos engaña siempre, aparece y nos damos cuenta, pero nuestra estrategia, en lugar de desconectar suele ser tener todo bajo control un poco más, no permitir que nada se escape. Normalmente pasa factura.

Si has desarrollado tu inteligencia emocional intrapersonal o eres sensible a tu cuerpo y sus avisos, podrás saber cuándo estás más o menos estresado antes de que esto pase una factura mayor a tu cuerpo. Una vez detectado te propongo algunas fórmulas sencillas:

1. Lee un libro en silencio. Es una de las mejores formas de hacer que la mente se ocupe de otra cosa y que fluya con la lectura. Si es una novela especialmente te ayudará a evadirte unos minutos, justo lo que tu cuerpo necesita.

2. Sal a dar un paseo. Especialmente en el campo contactamos con la naturaleza y está demostrado que nuestros niveles de cortisol se reducen. Hay demasiados elementos positivos en el campo que nos hacen bajar los niveles de estrés.

3. Medita. Ya conoces mi afición por la meditación. Está muy contrastado su poder en lo relativo al bienestar y satisfacción, reduciendo ampliamente los niveles de estrés. Aunque bien es cierto que a la persona estresada le costará mucho meditar.

4. Recibe un masaje. No es fácil encontrar a alguien de confianza y efectivo en dar buenos masajes, pero una vez que lo hagas, no lo sueltes. Esta persona se convierte en tu salvavidas en situaciones de estrés. En mi caso tengo siempre cerca a un fisioterapeuta, un acupunturista y un quiropráctico de confianza que se convierten en auténticos antídotos contra el estrés.

5. Pasa tiempo con las personas que quieres. Te ayduará a poner perspectiva a tus problemas. Mirar a tus hijos a los ojos, jugar con ellos, pasar tiempo con tu pareja. Fundamental.

6. Contacto físico con los demás. Abraza a las personas que quieres o ten sexo. El contacto físico reduce nuestros niveles de cortisol muy considerablemente.

7. Escucha música. Los estudios han demostrado sus efectos para reducir el estrés y aliviar el dolor son considerables, una vez más, al evadirte y entrar en otra dimensión tu estrés se reduce un poco cada vez que lo haces.

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3 comentarios en “7 formas sencillas de disminuir el nivel de estrés”
  1. Lysbeth Casanova

    Hola Cesar!!! Gracias por esos 7 super consejos.. Una sana y oportuna alimentación también aporta un ingrediente importante a la disminución del estres.. Y comer el chocolate preferido.. Me encanta el Carre de Nestle de empaque azul y estoy muy estresada porque en Argentina no hay … Un abraz Cesar!!!

  2. Angel Luis Sánchez

    César, buenos consejos los que apuntas y a los que, si me lo permites, añadiría el del deporte o simple ejercicio físico del que también has hablado en otras ocasiones y practicas habitualmente. En mi experiencia personal ha sido sin duda la mejor terapia para descargar la energía que no ayuda, la que genera ese estrés, y transformarla en fortaleza física, bienestar, serenidad e higiene mental.

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