¿Cuántas veces has tenido que hacer algo y no te apetecía?, ¿En cuántas ocasiones has dejado una tarea para luego? Seamos fieles a la verdad, conseguir objetivos es incómodo, en muchas ocasiones no es apetecible, digamos que, más bien generalmente: no es apetecible. Si tienes que mejorar tus ventas sí o sí, no disfrutarás mucho llamando a decenas de clientes para conseguir una visita comercial. Si tienes que pintar el trastero, no disfrutarás demasiado quitando todos los trastos para hacerlo. Si tienes que perder peso no será agradable comer un pequeño plato de ensalada mientras tu pareja hace cuenta de una suculenta pizza.
Aceptemos la realidad: Conseguir objetivos es incómodo
Partamos de la idea de que las personas podemos estar en dos estados bien diferenciados en lo que se refiere a conseguir objetivos. El primero de ellos está caracterizado por la estabilidad, por el equilibrio, por la comodidad:
En éste estado de estabilidad no hay incomodidad, ni incertidumbre, todo lo que hay es confort. Por eso cuando estás en este estado decimos que estás en tu zona de confort.
Cuando ese estado desaparece, nos encontramos con un estado de incertidumbre, evolución y cambio. Es un estado en el que perdemos el equilibrio anterior y nos embarcamos voluntariamente o no, en nuevas etapas, aventuras o experiencias. En este estado, sentiremos la inestabilidad propia de haber entrado en contacto con algo nuevo, seguramente no tendremos la armonía que teníamos anteriormente, y tampoco la seguridad y la paz interior que caracteriza al estado de estabilidad.
En el estado de incertidumbre, sentimos el cambio en lo más profundo de nuestros corazones, sentimos que estamos avanzando, pero no lo negaremos: es incómodo.
De forma que nuestra vida transcurre entre estos dos estados, uno al que llamamos zona de confort y otro al que llamamos zona de aprendizaje. Las personas que tienen éxito consiguiendo objetivos son aquellos que están transitando constantemente desde su zona de confort hacia su zona de aprendizaje.
Conseguir objetivos ocurre cuando pasamos de nuestra zona de confort a nuestra zona de aprendizaje. Es difícil conseguir objetivos estando en zona de confort (al menos objetivos ambiciosos, vaya)
Todo lo incómodo genera ansiedad, sensación de no saber qué va a ocurrir, y ganas incluso de tirar la toalla, entonces ¿Cuál es la clave?
La clave es afrontar estos sentimientos con la mejor actitud posible, sabemos que están ahí, sabemos que forman parte de la realidad de aquellos que se enfrentan a la incomodidad que supone caminar de la zona de confort a la zona de aprendizaje, por lo tanto, considerémonos un mal necesario. Si quieres conseguir objetivos, debes de hacer de la incomodidad tu mejor aliada.
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- ¿Qué sentimientos afronta un líder cuando debe internacionalizar su empresa como única opción antes del cierre?
- ¿Qué tipo de emociones pasan por el corazón de una persona que ha decidido dejar su país para ir a vivir al extranjero a encontrar nuevas oportunidades?
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Todos ellos se sienten incómodos
La otra opción es no caminar hacia tus objetivos, no hacer nada por conseguirlos, no esforzarte por llegar a ellos. Es una opción válida, puedes elegirla y seguramente por unos instantes te sentirás mejor, por unos instantes…
Tú y yo sabemos que tú puedes hacer mucho más, que puedes llegar más lejos. Pero en ese camino te vas a encontrar con la incomodidad, ¿estarás dispuesto a hacerla tu aliada?, ¿a convivir con ella?, ¿a aprender de ella? Si es así, entonces estás en la senda adecuada.
Recuerda que fuera de tu zona de confort está todo lo demás, todo lo que quieres conseguir. Siendo así, parece lógico, que aprendamos a salir a menudo de nuestra zona de comodidad, ya que nuestros objetivos más preciados están fuera de la misma.
Lo positivo de la zona de confort es que es dinámica, flexible y plástica. Tiene la capacidad de ampliarse a medida que salimos de ella. Cada vez que salimos de la zona de confort, esta se amplia porque nos acostumbramos a estar en la zona de aprendizaje, tus límites se amplían
¿Dónde está el límite? Sólo tú lo decides.
Y ahora ¿qué vas a hacer? Puedes decidir quedarte en tu zona de confort o puedes aceptar el hecho de que te autosaboteas más de lo que reconoces, de que necesitas un poco más de motivación para conseguir tus metas. ¿Qué está ocurriendo? A bien seguro sientes el vacío, las pocas ganas, las ganas incluso de tirar la toalla… Eso lo sentimos todos, no es nada nuevo, conseguir objetivos es incómodo. No te sientas especial, ni desdichado/a. Eres tan de carne y hueso como las otras 6.999.999 personas del planeta a las que también les cuesta conseguir sus sueños.
La clave reside en si vas a decidir continuar o si por el contrario vas a quedarte ahí parado/a viendo como otros sí lo hacen posible, viendo como pasan las oportunidades, viendo como tu vida se hace pequeña, como el tiempo pasa, pero tú no creces…
¿Te atreves? Te estamos esperando.
Que tengas un gran día.
3 comentarios en “Conseguir objetivos es incómodo”
¡No hay elección César, voy a conseguirlos! Un abrazo
Let´s go Miguel Ángel!
A veces estás esperando un «próximo» ¿? y lo que sería bueno es que alguien te diera una patada en el culo y te hiciera abandonar el avión, si ya has entrenado suficiente y llevas paracaídas pues… ¡ a volar !