Hace unos días escribía un artículo sobre aprendizajes y lecciones que, de momento, me ha enseñado la vida. Hoy continuo con algunos de ellos escribiendo una segunda parte:
-Tu cuerpo es tan importante como tu mente. Cuida tu salud corporal, pues mente y cuerpo están unidos. Haz que cuerpo y mente vivan en sintonía. Practica yoga, algún deporte, pasea o haz meditación, conecta con tu energía corporal más a menudo.
-La creatividad sin ejecución no sirve de nada, muchas personas con grandes ideas no consiguieron absolutamente nada. Actúa. Sé metódico/a.
-Sé coherente. Que tus acciones correspondan con tus palabras. Notarás que no estás siendo coherente porque tu cuerpo te lo dirá en forma de una incomodidad que no quieres dejar pasar. Si te ocurre, deja lo que estás haciendo y vuelve a tu verdadera esencia.
-Ayuda a los demás todo lo que puedas, pero aprende también a decir «no». Decir «no» tiene mala fama, pero decirlo más a menudo es de lo más sano que se puede hacer.
-Todos tenemos un templo, un lugar en el que sentirte en plenitud. Tu templo puede ser tu hogar, tu familia, tu pareja, tu espacio personal o una mezcla de todos ellos. Identifica cuál es tu templo y vuelve a él a menudo. Cuida tu templo, pues si no transitas ese camino a menudo se volverá irreconocible y te perderás.
-Acepta los cambios. Son lo único que vas a encontrar seguro a lo largo de tu vida. Aprende a sostener la incomodidad que provoca el cambio y a buscar las oportunidades que cualquier cambio te ofrece. Recuerda que cambio y estabilidad se suceden uno tras otro de forma continua, no lo podrás impedir.
-Respira conscientemente. Sé consciente varias veces al día de tu respiración, nota como fluye el aire dentro de ti y cómo esto te mantiene vivo/a.
¿Y tú, cuáles son tus aprendizajes?
Keep walking